Izaskun Chinchilla Architects es uno de los estudios de arquitectura más originales y disruptivos formados en España durante los últimos veinte años, tantos como llevan proyectando arquitectura desde una innovación crítica.
Con sede en Madrid y liderado por Izaskun Chinchilla, Doctora Arquitecta por la Universidad Politécnica de Madrid con una larga trayectoria como docente a sus espaldas -actualmente en la Bartlett School of Architecture en Londres-, se trata de un despacho que ha sabido reinventarse orgánicamente a través de los años, manteniendo un gran compromiso social.
Hablamos, definitivamente, de una de las prácticas de arquitectura que llevan hasta las últimas consecuencias su objetivo dejar el mundo mejor de lo que lo encontraron. Ecología, sociología y una revisión sobre los modelos de habitar contemporáneos, desde una lectura tanto profesional como académica, son sello del despacho.
Para esta entrevista hemos tenido la oportunidad de hablar con Izaskun Chinchilla sobre su práctica profesional y la visión de su estudio, esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros.
¿Cuáles son los aspectos más importantes de la arquitectura de Izaskun Chinchilla Architects?
«Es difícil resumir los aspectos más importantes de la arquitectura que uno hace, pero si yo me tuviera que quedar con un par de cosas, destacaría el compromiso que tenemos en el estudio con la innovación social y con la innovación medioambiental.
En muchos casos la innovación en arquitectura se entiende como un proceso fundamentalmente técnico: materiales nuevos, nuevos sistemas constructivos, nuevas capacidades y desarrollos. En nuestro caso, creo que hay un especial hincapié y una mirada especialmente atenta a los procesos de innovación social que tienen que ver, no solo con cómo innovamos en el espacio y en la técnica, sino también en cómo innovamos en el uso y el empleo que hacemos de los espacios. Y teniendo en cuenta no solo el uso individual, sino el uso grupal, y asimismo intentar introducir esas medidas novedosas que puedan hacer una arquitectura menos lesiva para el medio ambiente.»
¿Cómo se organiza el equipo humano dentro del despacho?
«Nuestro estudio de arquitectura siempre ha tenido tres patas de actividad que están relacionadas: docencia, investigación y ejercicio profesional. Para nosotros la estabilidad reside en esa relación.
Normalmente tenemos un equipo base que está en todos los proyectos, que aunque tiene un carácter multidisciplinar, está formado fundamentalmente por arquitectos y arquitectas. Con ese equipo base, hemos tenido históricamente una relación con el trabajo online muy fluida. Hemos encontrado en él una manera de diversificar un poco el background cultural de la gente que forma parte de ese equipo base: gente de diferentes generaciones, con diferentes aproximaciones al género, con diferente background cultural, y el poder tener una plataforma online lo facilita. A mí el trabajo online me gusta mucho, necesito viajar mucho por temas universitarios porque nuestro estudio también se alimenta mucho de la actividad académica e investigadora.
Aparte de esto, tenemos también un conjunto de asistencias técnicas. Algunas son las clásicas: ingeniería de estructuras, ingeniería de instalaciones, pero hemos intentado también ampliar a otros espectros verdaderamente multidisciplinares. Tenemos mucha relación con bastantes sociólogos expertos en participación, en medioambiente y sociedad; intentamos también tener muchas relaciones con gente que viene desde políticas medioambientales, expertos en movilidad, paisajistas, evaluadores verdes…
Gastamos mucho dinero en formar equipos y en que la gente nos asesore bien, porque creemos que dar esos pasitos de innovación y orientarlos en una buena dirección requiere esa multidisciplinariedad y estos inputs de otros profesionales.»
¿Cómo definirías la relación entre docencia, investigación y ejercicio profesional?
«Si tuviera que elegir una palabra para relacionar la docencia con el ejercicio profesional, elegiría la palabra laboratorio. La docencia es ese laboratorio donde hipótesis de diseño que todavía están sin testar, se aceleran y se ramifican. Partes, desde mi punto de vista, de unas ideas de diseño mucho más amplias, menos dogmáticas, menos lineales.
Y si tuviera que definir la relación entre investigación y ejercicio profesional, que también me parece muy importante, usaría la palabra transferencia. ¿A qué me refiero? La investigación es el proceso por el cual las conclusiones empíricas que he sacado de los procesos de diseño se empaquetan para que otras personas las puedan usar: son transferibles. Entonces para nosotros es un proceso fundamental, porque hace que esas conclusiones adquieran utilidad social.»
Organic Growth en Nueva York, por Izaskun Chinchilla Architects. Fotografía de Sergio Reyes.