El proyecto La Seca diseñado por Meritxell Inaraja.
Uno de los proyectos de rehabilitación que ha realizado la Meritxell Inaraja, ha sido la rehabilitación de la antigua fábrica de la Moneda "La Seca" que funcionó de 1441 hasta el 1849. El proceso de rehabilitación se ha llevado a cabo en dos fases diferentes. La primera fase, comprende la restauración del espacio escénico por la Fundación Brossa. El edificio, que tiene un total de 1250 m², dispone de una estructura principal construida en el siglo XVII. Esta estructura, ha ido siendo modificada desde el momento en que la fábrica cerró.
Si hablamos de la Seca, puedo decir que a partir del proyecto existente y la suma de varias cosas el resultado ha sido armónico e igual en la Tossa, donde se ha reconstruido algo ya existente. En conclusión, ha sido pensar como llegas arriba y aportas algo más.».
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La Seca| Meritxell Inaraja|
El enfoque de la rehabilitación se ha centrado en el mantenimiento de la tipología, de las estructuras y de los elementos constructivos principales del edificio existente fruto de las intervenciones que ha sufrido a lo largo del tiempo. El objetivo es no priorizar ninguno de los elementos originales, y completarlos con la adhesión de nuevos elementos, para que el resultado final reúna historia y contemporaneidad.
Como punto de partida, se llevaron a cabo tareas de búsqueda y documentación arqueológicos, tanto a nivel de subsuelo y pavimentos, como a nivel de estrucutra verticales, para determinar fechas y tipologías de construcción que se encontraban en el espacio .
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El proyecto ha consistido en llevar a cabo dos principales acciones que conforman el nuevo espacio y buscan mejorar el funcionamiento de este teniendo en cuenta su contexto de uso. En primer lugar, aprovechando el vacío existente de la construcción original,La Seca| Meritxell Inaraja| se ha diseñado un triple espacio en el vestíbulo que da acceso al patio central. En segundo lugar, se ha construido un cuerpo puente que cierra la segunda planta y el patio, permitiendo un recorrido circular y un buen funcionamiento en el centro cultural. En el espacio ocupado por la escalera principal, núcleo vertebrador de toda la actividad, han quedado visibles las alturas y los niveles de plantas anteriores a las modificaciones del siglo XIX.
El proceso de materialización ha buscado mantener la diversidad de materiales de los elementos de las estructuras que se han conservado. Para las áreas de nueva construcción se ha utilizado ladrillo manual, dándole el máximo uso gracias a su versatilidad como elemento constructivo y estructural, y las posibilidades plásticas y formales que ofrece.
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La segunda fase consiste en la restauración de la finca de la calle de la Seca 2, que también formó parte de la fábrica de la moneda.
Se trata de un edificio de 494 m² de una sola nave entre medianeras y de cubierta a dos aguas. La estructura de las paredes de carga mampostería son originales del siglo XVII y los pilares centrales de ladrillo macizo fueron modificados en los alrededores del siglo XIX.
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Durante la redacción del proyecto se concretó el uso como centro de documentación y sobre este programa se inició la obra. El encargo era el de resolver las patologías existentes en el edificio y dotarlo de las condiciones necesarias para un posible uso cultural. El encargo consistía en presentar la resolución de patologías, el acondicionamiento a la normativa vigente del momento, la aportación de luz natural versátil que se adaptara al uso final del edificio. Además, todas estas prestaciones debían presentarse de forma que se pudieran mantener las estructuras y la volumetría como evocadores de la historia de la Seca 2. Para ello, y resolver el deterioro constructivo y estructural de la cubierta, se realizó un fin de la cubierta en el extremo norte. Para solucionar la necesidad de luz, se diseñó un patio con una nueva fachada de vidrio interior.
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